¿En dónde te encuentras? ¿Hacia dónde vas?
Dos simples preguntas como las que te planteo al principio del artículo, pueden ser todo lo que necesitas para darte cuenta de las cosas que estás haciendo y las que te faltan por hacer para llegar hasta donde quieres. Y es que muchas veces, nos sentimos perdidos con respecto a nuestras metas y eso se convierte en un motivo de frustración, que nos puede terminar separando de lo que realmente queremos. Pero una pregunta aún más importante que las anteriores sería, ¿qué estás haciendo el día de hoy para conseguirlo?
¿Te has puesto a pensar que el momento y el lugar en el que te encuentras ahora, pueden ser los mismos en los que estés mañana si no empiezas a luchar por lo que quieres? ¿Cuántas veces te has puesto a hablar del futuro sin darte cuenta de que ahora mismo, podrías estar viviendo ya esos sueños que tanto anhelas?
Proyectar a largo plazo no tiene nada de malo e incluso te ayuda a mantener los pies bien puestos sobre la tierra. Pero hay tantas personas que se quedan pensando en lo que les gustaría ser o hacer el día de mañana para estar felices, que se olvidan de que hoy mismo pueden comenzar a serlo.
Desde hoy puedes empezar a hacer todo lo que esté en tu mano para lograr ser quien quieras, en vez de decir «algún día seré una persona importante». Ahora es cuando estás en tu mejor etapa para pulir tus talentos y tus habilidades, para cultivar todo aquello que te gusta y no dejar que pase el tiempo en balde. Y este es uno de los consejos más valiosos que puedes recibir de alguien en la vida: no desperdicies tus días.
Ya sabes donde te encuentras. Ahora que también tienes claro a donde vas, tienes que ponerte en camino.