¿Por qué somos narcisistas?
El narcisismo parece ser un trastorno que hoy más que nunca, parece pulular por todas partes, especialmente con el auge de las redes sociales y demás medios online en los que es muy sencillo obtener un poco (o bastante) de atención. Si bien esta actitud puede ser concebida fácilmente como un signo de excesiva autoestima, la verdad es que más allá de denotar satisfección y seguridad puede ser un indicativo de todo lo contrario. ¿Conoces a alguien que se comporte así? ¿Tú mismo reconoces que tiendes a sobrevalorarte con frecuencia? Entonces no te puedes perder el artículo del día de hoy.
El narcisismo como problema psicológico
Como seres humanos, tenemos la capacidad que nos distingue de las demás criaturas, de experimentar sentimientos de superioridad sobre los demás. Destacar de una manera u otra, es una necesidad insconciente que se presenta en todos, ya sea en el plano fisíco, intelectual o por medio de algún talento. Y el querer reforzar que somos lo suficiente en cualquiera de estos aspectos, otra cosa que nos provee seguridad.
Cuando hablamos específicamente del narcisismo, estamos haciendo referencia a una especie de sobrevaloración relacionada con la belleza. Y es que a pesar de lo que digan, no podemos negar que el atractivo fisíco siempre fue y sigue siendo una ventaja bastante buena cuando se trata de abrirnos puertas. Desde siempre, la gente guapa ha tenido más posibilidades en diferentes ámbitos, que abarcan desde lo laboral hasta por supuesto, lo sentimental.
No obstante, el narcisista común va mucho más allá de lo que refleja en su aspecto fisíco. De hecho, los profesionales pueden convencerse a si mismos de estar por encima del promedio, incluso si no cuentan con rasgos del todo agradables.
Entre las características que más se suelen presentar en este tipo de personas, se encuentran las siguientes:
- Se preocupan por ofrecer una primera buena impresión. Son especialistas en cuidar no solo su imagen, sino cada detalle que queda a la vista de los demás, ya sea su escritura, su ropa y hasta su lenguaje corporal. La necesidad de recibir adulación por el resto de las personas, los ha convertido en expertos para verse bien.
- Son perfectos manipuladores. Siempre pueden hacer que tanto los elogios como los sentimientos de culpa se vuelquen a su favor, generando simpatía en la gente que los rodea. No es de extrañar que constantemente puedan quedarse con el crédito del trabajo de otros y no solo no sentir remordimiento, sino hacer creer que alguien más tiene la culpa.
- Tienen un carisma arrollador. La gran autoconfianza que demuestran encubre perfectamente su propio egoísmo y en más de una ocasión, les ayuda a escalar posiciones en cualquier emprendimiento. No obstante, a diferencia de los líderes de verdad, generalmente no son capaces de construir círculos de confianza por mucho tiempo, porque suelen usar a otros más que apoyarse en ellos.
Otras actitudes que hacen evidente el trastorno narcisista de la personalidad, es la tendencia que tiene una persona a hablar de si misma, su poca consideración para con los sentimientos del resto y su creencia de ser excepcionales, llevando a considerar importante cada cosa que hacen o que dicen, por más simple que sea.
Hay que señalar que todos tenemos en mayor o menor medida un nivel de narcicismo, que a veces es importante cuidar cuando se trata de valorarnos lo suficiente. No obstante, cuando alcanza niveles desproporcionados puede ser un obstáculo en el crecimiento personal.
¿Por qué surge el narcisismo?
Es difícil dar una razón concreta para esta conducta, en la que realmente pueden intervenir muchos factores, todos ellos ligados con la necesidad de obtener reconocimiento para afianzar un sentimiento de seguridad.
La teoría psicoanalítica sugiera que este comportamiento puede instaurarse durante los primeros meses de vida de una persona, durante los cuales desarrolla un vínculo especial con sus padres. No obstante, también puede darse el caso de que dicho vínculo sea inexistente, lo cual hará que un individuo tenga necesidad de amor conforme vaya creciendo.
Si su madre o su padre no satisfacen adecuadamente esa carencia afectiva, a la persona no le quedará más remedio que hacerlo por si misma, a base de darse una excesiva importancia y del autoreconocimiento.
Este último, con el tiempo, se convierte en uno de los rasgos más importantes de la personalidad de un narcisista. Es durante la primera etapa de vida que supuestamente, se recibe reconocimiento de los padres por cada pequeño logro y acción, algo que tiene un gran impacto por el resto de nuestra infancia. No es de extrañar que quien haya carecido de esto, termine volcando sus propios sentimientos amorosos en su persona, sin desarrollar la capacidad de preocuparse por alguien más.
¿Cómo identificar a una persona narcisista?
Los narcisistas se hacen notar en demasía por compartir las siguientes conductas:
- Se dan aires de grandeza. Su falta de empatía contrasta con la enorme importancia que se adjudican, algo que también conlleva a que se aislen del resto del mundo.
- Asumen que todos se interesan en ellos. Si alguien los culpa de ser narcisistas, rápidamente dan la vuelta a la situación diciendo que son otros quienes se interesan por lo que hacen.
- Buscan a toda costa la admiración de los demás. Tienen una autoestima muy débil, que constantemente necesita ser reforzada por los halagos y el reconocimiento ajenos.
- Envidian el éxito y las cosas que otros tienen. Sienten que merecen lo que los demás no aprovechan.