Un pequeño cuento para reflexionar sobre el trabajo

Un hombre perdió su empleo, por lo cual se vio obligado a buscar un nuevo trabajo. Después de buscar demasiado vio un anuncio de Microsoft, en donde solicitaban personal de limpieza. El hombre acudió a ofrecer sus servicios y el gerente le dijo que si lo quería, el puesto de barrendero era suyo. Solo había un detalle: le pedían su e-mail para indicarle la fecha y hora a la que se podía presentar a trabajar. Pero este señor no tenía corre electrónico. De modo que no pudieron darle el empleo.

trabajo

Desesperado porque le quedaban muy pocos ahorros, gastó una parte de ellos en comprar algunas cajas de tomates en una verdulería cercana y fue vendiéndolos casa por casa. Aquello le dejó una buena ganancia. El hombre repitió esto algunas veces más y muy pronto, se dió cuenta de que podía seguir haciéndolo para vivir.

Con el tiempo, los resultados de su nuevo trabajo fueron mejorando. Fue capaz de comprar más verduras y meses después, un pequeño auto que más tarde cambiaría por una camioneta para repartir los alimentos.

Pasaron los años y el esfuerzo rindió sus frutos. Aquel hombre era ahora el director de una importante abastecedora de alimentos, que llegaba a distintos puntos de la ciudad. Fue entonces que decidió contratar un seguro para proteger sus propiedades. El agente encargado del trámite le pidió su e-mail para completar los datos, a lo que él respondió de nuevo que no tenía.

Impresionado el agente le dijo lo siguiente:

-Si alguien importante como usted, que logró alzar este negocio, no tiene e-mail, no imagino lo que sería si lo tuviera.

El hombre solo le contestó:

-Sería barrendero de Microsoft.

Las limitaciones son algo que solo existe dentro de tu cabeza. Si tú te lo propones, aún teniendo recursos limitados, puedes llegar hasta donde quieras.